La vida pasa.
Al ser nuestro órgano más grande, nuestra piel es testigo de todo lo que hacemos, dónde vivimos, cómo vivimos, dónde hemos estado, en qué hemos escatimado y cómo cuidamos de nosotras mismas.
De hecho, nuestros genes son responsables solamente del 30 % del estado de nuestra piel, mientras que el restante 70 % refleja las elecciones que hacemos y la vida que llevamos. Nos resultó extraño que nuestros competidores se centraran en ese 30 % y no vieran el cuadro completo.
Por eso, en Olay hacemos las cosas de manera diferente. Nos centramos no solo en la piel con la que naciste, sino en la piel con la que convives. Comenzamos con los aspectos de la vida que cambian la calidad y la expresión génica subyacente de tu piel: descanso, dieta, temperatura, tiempo, estrés, polución, rayos UV y la habilidad de tu piel para responder a los cambios del medio ambiente. Luego diseñamos nuestros productos para satisfacer las necesidades de tu piel, devolviéndote lo que la vida te quita. Porque vives in vivo, no in vitro.
Así que, no dejes de vivir. Sumérjete. Aprovecha las oportunidades que se presentan. Puedes estar lo más bella posible. Porque Olay está contigo.